Calefacción: cuál es la temperatura adecuada del agua

La Regular la temperatura del agua es muy importante tanto para el buen funcionamiento de su sistema como para controlar el consumo y, en consecuencia, también para reducir el impacto de la calefacción en el medio ambiente, asegurando el confort y el bienestar en el hogar

Caldera tradicional

Quienes tengan una caldera antigua tradicional (sin condensación) deben mantener la temperatura por debajo de los 60°C para evitar la formación de condensaciones y mantener la caldera en óptimas condiciones. No obstante, si no se obtiene un buen resultado a esta temperatura, es recomendable sustituir la caldera por una de nueva generación (aprovechando el descuento en la factura, es posible obtener hasta un 65% de reembolso sobre los costes totales).

Caldera de condensación

En las calderas de condensación la temperatura del agua se ajusta automáticamente gracias a una sonda externa. Una vez detectada la temperatura exterior, el sistema ajusta la temperatura del agua en función de la temperatura configurada por nosotros a través del termostato. Este sistema permite contener al máximo la temperatura del agua, recuperando el calor que, de lo contrario, se dispersaría en los humos. Para la caldera de condensación, la temperatura del agua está entre 60° y 70° para un sistema conectado a radiadores tradicionales. Pasar de los 70° supondría un aumento innecesario del consumo. Sin embargo, si tiene un sistema de calefacción por suelo radiante, la temperatura del agua estará entre 25°C y 50°C.

Ajuste del termostato

Suponiendo que la temperatura máxima sugerida en el ajuste del termostato esté entre 20 y 22°C, en cualquier caso debe tenerse en cuenta que las necesidades de calefacción dependen de varios factores.
Una variable importante en la regulación de la temperatura está relacionada con la cantidad de horas al día que realmente se necesita calentar la casa. Si está vacío durante el día, es mejor programar el termostato para que reduzca la temperatura durante las horas en que no haya nadie, y luego volver a subirla cerca del retorno. Lo mismo ocurre con las horas nocturnas en las que se combina la necesidad de ahorro con la necesidad de salud ya que la temperatura recomendada para un buen descanso nocturno se sitúa entre los 16 y los 19°C.
Si la casa está vacía durante más de una semana, es mejor no apagar la calefacción por completo, sino ponerla a 14°C, para no tener que gastar una fortuna en calentarla a la vuelta.

Termostato inteligente

Los termostatos inteligentes también se pueden programar a distancia y son de gran ayuda tanto para la gestión diaria de la calefacción como para el control del consumo. El uso de un termostato inteligente te permite ahorrar hasta un 15-20 % en las facturas de calefacción, aumentando el confort del hogar y reduciendo el impacto medioambiental.

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